En el origen siempre hay una historia. Esa historia se cuenta una y otra vez, repitiéndose, duplicándose, modificándose, transformándose, interpretándose. Así surgen nuevas historias que desarrollan el mismo proceso siguiendo su propio camino. La sensación que se produce es de unidad y multiplicidad, como si todos los relatos estuviesen relacionados conformando una red invisible, una tela de araña. Para empezar, pues, una historia, o varias. (Jano ante el espejo)